Hacía frío ayer,
como tantas tardes este invierno.
Mientras mirabas mis labios
las plantas y los árboles querían escondernos,
cobijarnos con sus verdes rebeldes.
En tu boca no había invierno
y esta mañana al abrir la
ventana
he visto algunas flores.
Por la radio han dicho que ha llegado la primavera.
Tu boca sabe a lluvia.
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