fuma
demasiado.
Tiene
las cejas oscuras y pobladas
dispuestas,
bien dispuestas,
sobre unos ojos que bailan, siempre bailan,
excitados por una polirritmia interna
que no cesa.
sobre unos ojos que bailan, siempre bailan,
excitados por una polirritmia interna
que no cesa.
La
mujer que yo amo y que deseo a veces
fuma
demasiado.
Enciende
un cigarrillo… lo olvida en el cenicero.
Se me
acerca como para darme un beso
pero
busca entre sus dedos el pitillo.
No lo
encuentra y busca otro…
Y yo
sin beso.
No
importa, que la boca le huele a ese tabaco infame.
Debe
tener esta noche los dientes amarillos.
Enciende
un cigarrillo más, y me sonríe.
No le
veo los dientes.
Echa
el humo hacia lo alto. No me mira.
Tal
vez si sigue así, fumando tanto,
también
el techo se pondrá amarillo.
Me
serviré una copa de ron blanco
que
no mancha los dientes.
Ella
me pide otra, pero dice que lo prefiere añejo,
Ah,
no, prefiere whisky, o tal vez cava, o…
Esa
mujer que a mi me gusta tanto y tanto,
una
mujer que siempre dice que sabe lo que quiere…
cosa
cierta,
aunque
cambie de querer constantemente.
No
fumes tanto, compañera.
Te
deseo.
La
habitación esta llena de humo.
¿Quieres
que bailemos?
Con esa música que ti te gusta…. no,
ya
bailaremos
¿Salimos
al balcón un rato?
Bien, pero hace frío.
Tomaremos
otro ron, o lo que quieras. No fumes.
Quiero
darte un beso.
No lo quiero.
Fumas
demasiado.
Yo no fumo nunca,
o casi nunca,
hombre querido.
hombre querido.
Solo fumo cuando estoy contigo…
Me libero de todos mis planes y proyectos.
Estoy contigo bien
y me enamoro otra vez de ti
como aquel día…
Entonces
no fumabas.
No tenía tabaco.
No te
conviene verme
Sí, me gusta. Me gusta estar contigo.
Y olvidar a tu lado mis afanes.
Y
fumas
Es verdad, pero resulta que no es fácil
dejar a un lado las cosas que una quiere
aunque estés junto a alguien a quien
quieres,
eso me inquieta y si me inquieto, fumo.
eso me inquieta y si me inquieto, fumo.
Ah,
si me quisieras querer siempre
No lo quiero
Te querría demasiado.
Y nunca fumaría
Pero
en este momento de mi vida
tengo pendientes muchas cosas
y no puedo quererte… sin fumar.
Tienes,
nena, demasiados humos,
Ahora estoy contigo, nene. Estoy contigo.
Mira mis tetas…
Tócalas,
Tócalas, no quiero encender otro pitillo
¿Me quieres?
¡No! Tienes demasiados humos.
Vamos a la cama, nene,
tengo prisa,
mañana en la mañana me voy para Venecia
Cuando
llegues al embarcadero de San Marcos te tomas un bellini
que
es un trago suave,
No sé…
¿qué es eso, un cóctel de amor?
¿qué es eso, un cóctel de amor?
¡Sigue abrazándome!
Me parece que te amo…
Ya no tengo humos.
Te deseo, soy tuya,
me parece que he bebido demasiado
¿Te gusto?
Me
gustas mucho, nena, y a veces hasta
pienso que te amo…
Yo también te amo
Y ya no tengo humos
Ya soy tuya
Toda tuya
Yo ya
era tuyo antes… pero tus humos...
Nena,
esto es muy rico
Después
nos preparamos un bellini.
Ya lo creo. Te amo. Te am...
No te
duermas
¡No
te duermas!
¡Te
has dormido!
Yo
también tengo sueño…
Hemos
bebido demasiado
Nena,
despierta un poco
solo
unos minutos.
No me
gusta hacer el amor
con un
cadáver
¿A
qué hora sale tu avión para Venecia?
Vaya, ni con esas te despiertas…
Dormiremos.
Mañana
será otro día.
Dormiremos.
Dormiremos.
Y si
pierdes ese avión… hay otros vuelos…
El
Gran Canal esperará por ti.
Me la
imagino en Venecia con resaca y sin fumar.
Aunque
sé que no le bajarán los humos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario