domingo, 11 de septiembre de 2016

El taxista

La cara que pone ese taxista
es la de un hombre que hace ver que nada escucha,
pero se nota que tiene los oídos como antenas.
Tal vez es un espía que hace el taxi
y que sigue a los agentes de algún bando
para obtener información de sus engaños
entregársela a los otros,
esos que quieren ser dueños de lo cierto 
para seguir vendiéndonos lo falso.

Este hombre que conduce el taxi nos escucha,
se percibe en su careta indiferente
y en la fuerza con que agarra su volante.

Deberías callar, ser más discreta.
No estás en Nueva York, querida.
Estás de nuevo en tu ciudad chismosa
y pudiera ser que corriera alguna voz sobre tus cuitas, 
aderezada con especulaciones 
sobre la relación candente entre nosotros.

Este taxista tal vez no es un espía,
pero ahora sabe demasiado.
Habrá que eliminarle si no callas.

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