pero hay que callar para gozarlo.
Con lengua, pero sin voz,
despierta la humedad con fuego.
Besando tus enigmas
con los ojos cerrados
me embriago de luz
y me pierdo en tu cuerpo que palpita todo
para sentirme hallado.
con los ojos cerrados
me embriago de luz
y me pierdo en tu cuerpo que palpita todo
para sentirme hallado.
La savia del árbol de la vida
se derrama tibia entre tus labios
y hay lágrimas de felicidad
cayendo de tus ojos.
El amor es líquido.
Hablaremos después,
enamorados.
enamorados.
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